A cualquier dolencia, es remedio la paciencia…

papelesPues así, tal cual… paciencia y mas paciencia fue la que me tuve que chutar para poder tener finalmente la nacionalidad belga.

Todo comenzó una mañana de julio de 2011 en la que ni tarde ni perezosa me lanzo al  ayuntamiento de mi pueblo a pedir los requisitos para la nacionalidad y..  bingo !! cumplía con todos, así que me doy a la tarea de recopilar todos  mis documentos y regreso pasados unos días para empezar el proceso.

Al entrar muy campante me encuentro con la sorpresa de que la  persona que me había atendido ya no estaba trabajando ahi y la nueva que la cubría ( claramente con mayor experiencia en el tema ) me sale con que habían cambiado los requisitos y  ahora el estar casada con un belga no era motivo suficiente para acreditar un vínculo con Bélgica ,  además de que los años vividos en España  ( no eran válidos como tiempo de convivencia de nuestro matrimonio).

Yo sólo pensaba… achis achis, ahora ésta me va a venir a decir que 5 años casada y una hija en brazos no me acreditan un vínculo con Bélgica !! faltaba mas…

ayuntamiento

Así que para no dejarme la bilis y para dejar de sacarla de sus casillas me dijo que regresara en 3 años.. así de amigable la comadre !! , pero así lo hice, en tres años ahí estaba yo, a primera hora en el ayuntamiento de mi pueblo sacando número para pedir los papeles de la nacionalidad, ahora sí, cumplía los requisitos de vivir 3 años en Bélgica, había hecho mi curso de integración al país ( en ese tiempo no era obligatorio ) , masticaba un poco mas el idioma, tenía un trabajo y ahora sí no había excusa..

Después de recopilar, apostillar, traer a mis papas del tingo al tango consiguiéndome los documentos que faltaban  traducir, regreso y comienzo el proceso de naturalización.

Un  par de meses mas tarde,  abro el correo y veo que todos mis documentos están correctos, han sido recibidos en Bruselas, pero que salió un nuevo decreto que entró en vigor en el tiempo en el que llegó mi documentación a ellos con lo cual yo entraba en ese cambio que significaban ya no 3 años viviendo en Bélgica, sino 5.

Ahí podía mentarle la madre al que se me parara enfrente, así que en caliente me vuelvo a ir al ayuntamiento con todos los documentos y vuelvo a preguntar que había pasado, a lo cual la chica me explica que hubo cambios, que puedo apelar pero que va a tardar mas y que mejor regresara en dos anos mas, osea en Febrero de 2016.

Otra vez, empezaba de cero! la cosa estaba en que entre que vas y llevas un papel es pérdida de tiempo y dinero, por que entre las apostilladas y las traducciones te gastas tus  buenos centavos.

Volvieron a pasar los años y llega Febrero de 2016, ahora sí, armada hasta los dientes, pregunto y refuto hasta que me canso, porque bien dicen que la tercera es la vencida.

Con todo claro vuelvo otra vez a meter papeles renuevo mi tarjeta de residencia y en agosto recibo la aprobación de mis documentos, me viene y visita la policía para corroborar que tengo un domicilio fijo aquí y espero.. vuelvo a esperar hasta que se me olvida que había metido mis papeles…

examen

Era noviembre y regresaba de presentar mi examen final de holandés,  me sentía cansada, un poco tristilla pues acababa de pasar el primer aniversario de fallecimiento de mi mamá con lo que tenía los sentimientos a flor de piel así que me  preparé un café y me senté en la cocina de casa  para aclarar mis ideas, en lo que pensaba  que tenía que hacer, me acordé que no había sacado el montón de publicidad del buzón y me puse manos a la obra, volví a la mesa de la cocina y me puse a separar la publicidad.

Ahí entre un “bonche” de periódicos y folders arrugados,  encontré una carta que estaba dirigida a mí, la abrí “más rápido que en chinga ” porque pensé.. ah cabrón a la mera es una multa !.. Pero no… !! me acababan de otorgar la nacionalidad belga!, así tal cual como se habla aquí corto y claro, esa escueta carta definía muchas cosas.

Entre que ni lo creía y tenía una mezcla de sentimientos, en mi cabeza rondaba la carilla “pispireta” de mi mamá levantándome su dedo pulgar – como cuando hacía algo muy bien ó me quería motivar – Asimismo sólo pensaba en que ese día  finalizaba dos promesas que le había hecho antes de morir: terminar la escuela y organizar mis papeles belgas.

 Todo.. el mismo día !

Y así fue para mí éste proceselloso, un reto a la paciencia, no por lo que duraba el trámite en sí, sino por lo que me ha significado integrarme a un país , a una lengua y aprender a respetar una cultura. ( No domino ninguna de las tres, pero al menos hago mi mejor intento ).

A lo mejor para ellos siempre seguiré siendo la “mexicana”, la ” buitenlander ” ( la extranjera ) ó lo que me digan,  pero no niego que en ocasiones, tengo la satisfacción de “dar cachetada con guante blanco ” y decir :

Sorry, Ik ben ook Belgische ! ( Lo siento, yo también soy Belga ) .

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